ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS

Enfermedades-Psicosomáticas

Del mismo modo que las enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos.

Podemos decir que una persona somatiza cuando presenta múltiples quejas físicas, localizadas en diversos órganos del cuerpo, como dolor, diarrea, temblores y falta de aire, pero que no son explicadas por ninguna enfermedad o alteración orgánica. Generalmente, quien sufre una enfermedad psicosomática está frecuentemente en consultas médicas o en el servicio de urgencias del hospital debido a estos síntomas, y el doctor suele presentar dificultades para encontrar la causa. 

Además, pese a que la persona pueda padecer una enfermedad, tales síntomas y sus consecuencias son excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Todo ello causa a la persona que sufre estas molestias un gran malestar en distintos ámbitos de su vida.

No obstante, debido a la falta de tiempo en las consultas y al difícil diagnóstico de las enfermedades somáticas, la medicina tradicional tiende a centrarse casi exclusivamente en los síntomas físicos de la enfermedad, olvidando la verdadera causa del problema o aquello que lo puede estar manteniendo. Por ello, es común encontrar personas que se quejan de haber recorrido varios médicos sin que les encuentran nada; sin embargo, continúan sintiéndose mal y presentando algunos de los síntomas antes comentados. En muchas de estas ocasiones estamos ante problemas psicosomáticos.

Ahora bien, cada persona puede manifestar físicamente sus tensiones emocionales en diferentes órganos, pudiendo simular o empeorar enfermedades. Los principales ejemplos son:

  1. Estómago: dolor y sensación de quemazón, mareo, empeoramiento de gastritis y úlceras gástricas;
  2. Intestino: diarrea, estreñimiento;
  3. Garganta: sensación de nudo en la garganta, irritaciones más fáciles y constantes en la garganta y amígdalas;
  4. Pulmones: sensación de falta de aire y sofoco, pudiendo simular enfermedades pulmonares o cardíacas;
  5. Músculos y articulaciones: tensión, contracturas y dolor muscular;
  6. Corazón y circulación: sensación de dolor en el pecho, que puede incluso se confundido con un infarto, además, de palpitaciones, surgimiento o empeoramiento de la presión alta;
  7. Riñones y vejiga: sensación de dolor o dificultad para orinar, que puede imitar enfermedades urológicas;
  8. Piel: comezón, ardor u hormigueos;
  9. Zona íntima: empeoramiento de la impotencia y disminución del deseo sexual, dificultad para embarazarse y alteraciones del ciclo menstrual;
  10. Sistema nervioso: crisis de dolor de cabeza, jaqueca, alteraciones de la visión, del equilibrio, de la sensibilidad (adormecimiento, hormigueo) y de la motricidad, pudiendo simular enfermedades neurológicas.

Alguien con trastorno de somatización puede sufrir por muchos meses o años con estos síntomas, hasta que se descubre la causa. Además, existen enfermedades que pueden desencadenarse o empeorarse por situaciones de estrés, principalmente enfermedades inflamatorias, como artritis reumatoide, o enfermedades como fibromialgia o síndrome de intestino irritable, por ejemplo. 

Los principales signos y síntomas que pueden indicar la presencia de una  enfermedad psicosomática son:

  1. Aumento de los latidos cardíacos;
  2. Temblores;
  3. Respiración rápida y falta de aire;
  4. Sudor frío o excesivo;
  5. Boca seca;
  6. Mareos;
  7. Dolor en el estómago;
  8. Diarrea;
  9. Sensación de nudo en la garganta;
  10. Dolor de pecho, en la espalda y/o de cabeza;
  11. Manchas rojas o moradas en la piel.

Estos síntomas ocurren porque el estrés y la ansiedad causan un aumento de la actividad nerviosa del cerebro, además de elevar los niveles de ciertas hormonas en la sangre como la adrenalina y el cortisol. Muchos órganos del cuerpo como los intestinos, estómago, músculos, piel y corazón tienen conexión directa con el cerebro, siendo los más afectados por estas alteraciones.

Para confirmar que estamos ante una enfermedad psicosomática, el diagnóstico debe ser realizado por un psiquiatra, pero un médico general u otro especialista pueden orientar esta posibilidad, debido a que excluyen la presencia de otras enfermedades a través del examen físico y de laboratorio. 

Lo que ayuda a identificar el problema es la presencia de los principales síntomas, como latidos cardíacos acelerados, temblores, boca seca, sensación de falta de aire y de un nudo en la garganta y, pueden ser más o menos intensos de acuerdo con el empeoramiento o mejoría del estado emocional de cada persona. Para confirmar este trastorno, el médico identificará en su evaluación la existencia de por lo menos 4 síntomas, siendo más comunes los gastrointestinales, los que imitan enfermedades neurológicas o que afectan la región íntima. 

Pero… ¿cuáles son las causas de la enfermedad psicosomática?

Cualquier persona puede desarrollar una enfermedad psicosomática, ya que todos estamos expuestos a situaciones que generan ansiedad, estrés o tristeza. Algunas situaciones que pueden causar la aparición de estas enfermedades son:

  • Estrés laboral;
  • Deudas o problemas financieros;
  • Traumas o situaciones que marcaron al individuo;
  • Dificultad para expresar sentimientos o hablar sobre ellos;
  • Depresión o ansiedad;
  • Presión psicológica o bullying;
  • Presionarse hasta el límite.

*No buscar ayuda médica para estas situaciones, ya sea por dificultad para pedir ayuda o por creer que es una situación normal, puede agravar los síntomas o causar enfermedades físicas. 

Ahora bien…el tratamiento para estas enfermedades puede incluir:

  • El uso de medicamentos como analgésicos, antiinflamatorios y antihistamínicos para aliviar los síntomas, siempre administrados por el médico;
  • El acompañamiento de un psicólogo o psiquiatra, para aprender a controlar las emociones, y tratar la verdadera causa del problema. 
  • Antidepresivos, como sertralina o fluoxetina y, ansiolíticos, como clonazepam, por ejemplo, prescritos por el psiquiatra, ayudan a calmar y disminuir la ansiedad; junto con sesiones de psicoterapia son importantes para ayudar en la resolución de conflictos internos. 
  • Algunas medidas sencillas y naturales también pueden ayudar a lidiar con los problemas emocionales, como tomar tés calmantes de manzanilla y valeriana, tomar días de descanso para relajar y la mente y buscar resolver un problema a la vez.
  • Hacer algún tipo de ejercicio físico como caminata, natación, correr, yoga o pilates, etc.  
  •  Mantener una alimentación saludable y balanceada
  • Dormir las horas necesarias para nuestra edad y ritmo de vida es indispensable, procurando por supuesto…que éste sea de calidad.

REFERENCIAS:

https://www.unioviedo.es/psiquiatria/wp-content/uploads/2017/01/Enfermedades-psicosomaticas.pdf
https://www.tuasaude.com/es/enfermedades-psicosomaticas/
https://www.tuasaude.com/es/sintomas-de-enfermedades-psicosomaticas/

Psic. Alicia D de P

Doctora Descanso ®

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