AL MAL TIEMPO….BUENA MÚSICA

BENEFICIOS DE LA MÚSICA PARA LA SALUD

RECOMENDACIONES DE LA DOCTORA DESCANSO

Todos sabemos que la música tiene mucha influencia en nosotros, especialmente en nuestro estado de ánimo. La música tiene el poder de hacernos sentir más relajados, más alegres, más nostálgicos o más eufóricos. Y eso no es poco, recientes estudios o, mejor dicho, la puesta en común de más de 400 estudios en el campo de la neurociencia de los últimos años, nos muestran que la música puede hacer mucho más por nosotros: sus efectos van mucho más allá de la mera repercusión psicológica: la música influye en nuestra forma de pensar, en nuestra forma de actuar, en nuestra forma de percibir y, finalmente, en nuestra salud. 

¿Cómo nos afecta la música?

Cuando escuchamos música, ésta produce en nosotros respuestas de muy diferente tipo y nos lleva a expresarnos y a transmitir dicha energía hacia el exterior y esto lo hacemos en función de las características biofisiológicas, afectivas y psicológicas de cada uno, es decir, nuestra edad, estado psicológico o anímico, etapa de desarrollo personal, etcétera. Es decir, aunque puedan existir patrones más o menos universales, los efectos de la música en las personas son individuales, pues vienen modulados por las características propias de cada uno.

Tampoco debemos  olvidar que la música y los sonidos que escuchamos también pasan a formar parte de nuestro archivo personal, por así decirlo. Es decir, a través de nuestros gustos musicales, proyectamos nuestra personalidad y podemos manifestar, por ejemplo, cómo somos, lo que sentimos en un determinado momento o nuestro estado anímico.

Por esta razón, cuando queremos utilizar la música como un instrumento terapéutico debe ser personalizada. Y por ello tampoco deberíamos desestimar ni banalizar el potencial terapéutico de la música. Es tan capaz y poderosa que la simple escucha diaria durante seis meses mejora aspectos cognitivos en personas que se recuperan de daños cerebrales ocasionados por un ictus (enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se le conoce como accidente cerebrovascular (ACV), embolia o trombosis).

‘La música amansa a las fieras’. El origen de esta popular expresión se remonta a la Grecia clásica y concretamente a la leyenda de Orfeo, un poeta y músico griego que según cuentan poseía un canto y una forma de tocar la lira que era capaz de aplacar la fiereza de los animales más salvajes. Con el paso de los siglos, esta expresión se ha conservado para referirse a la capacidad tranquilizadora que proporciona escuchar música para hacer frente a comportamientos nerviosos o agresivos.

Este, no obstante, como ya vimos, no es el único beneficio que aporta escuchar música. Numerosos estudios e investigaciones han puesto de manifiesto muchos otros efectos positivos que la música proporciona a nuestro bienestar, mejorando nuestro estado físico y emocional.

Pero ¿cuáles son estos beneficios?

  • Combate el estrés y promueve la relajación: Escuchar música desencadena una enorme cantidad de reacciones en nuestro cerebro que tienen efectos directos sobre nuestro estado de ánimo. Entre otros, consigue que nos evadamos de nuestras preocupaciones y nos aporta relax y sosiego. Y es que la música es capaz de reducir en nuestro cuerpo los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés y la ansiedad.
  • Protege la capacidad auditiva: según un estudio, las personas que han tocado un instrumento toda su vida pierden sus habilidades auditivas más lentamente, de modo que un músico de 70 años en una habitación ruidosa, tiene la misma capacidad de escuchar una conversación a media voz que alguien ¡20 años más joven!
  • Ayuda a combatir el dolor. Varios estudios han puesto de manifiesto la capacidad de la música para reducir el dolor crónico producido por enfermedades como la artrosis o la artritis reumatoide. Este es uno de los motivos que ha llevado a algunos centros hospitalarios a ofrecer la posibilidad de acudir a terapia musical para mitigar el dolor que sufren algunos pacientes. Según las investigaciones, escuchar música sirve como un distractor y hace que el cuerpo libere endorfinas que actúan como analgésicos naturales y que ayudan a contrarrestar el dolor. Además, la música de ritmos lentos ayuda a disminuir la respiración y el ritmo cardiaco y evita la sensación de angustia. Puede ayudarnos también a combatir por ejemplo los dolores de cabeza, mitigando la intensidad, frecuencia y duración de las cefaleas. Esto es así porque algunas canciones pueden provocar un aumento de varios neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina, que ayudan a disminuir el dolor. Con las nuevas investigaciones, las terapias musicales destinadas a mitigar el dolor vuelven a los hospitales para mejorar la calidad de vida de los enfermos.
  • Mejora la salud del corazón: existe una relación entre la música y la salud vascular. Esto tiene efectos en la circulación, en el colesterol y en la presión sanguínea. Reduce la presión arterial. Escuchar música relajante durante al menos 30 minutos al día provoca que nuestra presión arterial se reduzca, mejorando la circulación sanguínea y por tanto nuestra salud cardiaca. Además, también tiene efectos positivos sobre nuestra respiración que se traducen en beneficios cardiovasculares. Estudios han comprobado que tras escuchar música alegre los vasos sanguíneos se dilatan una media de un 26% mientras que tras escuchar música angustiante se reducen en un 6%.
  • Aumenta el rendimiento intelectual y estimula el cerebro. Varias investigaciones médicas han puesto de manifiesto también que escuchar música o tocar un instrumento provoca que se activen partes del cerebro que ayudan a mejorar el aprendizaje y la retención de información. Además, escuchar música mejora también nuestra concentración, de manera que nuestra capacidad para asimilar la información es también superior. Además, también nos hace más creativos. Varios estudios han vinculado la música a la capacidad cognitiva y la retentiva. Desde estos descubrimiento, han sido varias las noticias que han ido surgiendo, como que los músicos tienen de media mejor memoria, no sólo auditiva sino también visual, o que las personas con amnesia no suelen olvidar la música. Y por lo mismo, se ha abierto la puerta a una nueva vía de investigación y aplicación de la musicoterapia en pacientes con Alzheimer o demencia senil.
  • Mantiene la agilidad mental: Según los resultados de un estudio realizado en grupos de población por encima de los 60 años, parece existir una relación bastante clara entre las horas dedicadas a la práctica de la música y la agilidad mental.
  • Ayuda a luchar contra la depresión. Otro de los efectos beneficiosos de escuchar música sobre nuestro estado emocional es la capacidad que tiene para mejorar nuestro estado de ánimo y nuestro humor. En este sentido, se ha demostrado que escuchar música ayuda a aumentar nuestra autoestima y la confianza en uno mismo, además de reducir la sensación de fatiga y hacer que nos sintamos más activos y vitales.
  • Reduce la ansiedad. Un estudio publicado en la revista Depression and Anxiety nos cuenta que los síntomas de ansiedad pueden reducirse a la mitad tras 3 meses de someterse diariamente a sesiones de masajes. Lo sorprendente del estudio es que, a modo de comparación, algunos participantes del estudio simplemente se tumbaban en la camilla y escuchaban música relajante. La reducción de los síntomas en los pacientes de un grupo y de otro fue exactamente la misma.
  • Mejora la coordinación de nuestro cuerpo. Otro de los efectos positivos que escuchar música tiene sobre nuestra salud está relacionado con su capacidad para reducir la tensión muscular y mejorar la coordinación y los movimientos de nuestro cuerpo. En este sentido, están demostrados también sus notables beneficios para la recuperación de la actividad física en personas que se están rehabilitando tras sufrir trastornos del movimiento.
  • Aumenta el rendimiento del ejercicio. Escuchar música es también un gran aliado de nuestro rendimiento deportivo. Y es que realizar ejercicio mientras se escucha música se ha demostrado que ayuda a mejorar nuestro rendimiento. Esto es así porque desviamos nuestra atención y la sensación de cansancio, fatiga o aburrimiento se mitiga. Además, escuchar música actúa también como un estimulante que ayuda a aumentar y a mejorar nuestro rendimiento.
  • Ayuda a sobrellevar el cáncer. En las plantas de oncología de algunos centros hospitalarios se recurre a la música para reducir la ansiedad de los pacientes de cáncer durante su terapia, mitigar el dolor e intentar mejorar su estado de ánimo.
  • Favorece el sueño. Lógicamente no todos los géneros musicales ayudan a ello, pero escuchar determinada música suave y relajante nos ayudará a conseguir un sueño verdaderamente reparador. Ello se debe fundamentalmente a las propiedades relajantes y antiestrés que proporciona la música.

Entonces, ¿cuáles son los efectos de la música en el cerebro?

Hoy en día ya existen neuroimágenes que muestran lo que ocurre en las distintas áreas del cerebro cuando éste recibe los estímulos musicales. De hecho, a partir de investigaciones se ha desarrollado un método mediante el cual se puede estudiar cómo nuestro cerebro procesa los distintos aspectos de la música, esto es, el ritmo, la tonalidad o el timbre. Uno de los descubrimientos más innovadores es que las áreas límbicas del cerebro –las cuales se asocian a nuestras emociones– se ven afectadas directamente por el ritmo y la tonalidad.

Escuchar música, tocarla, leerla y crearla involucra prácticamente el uso de todas las áreas del cerebro. La música ha sido estudiada como una actividad relacionada con el lado derecho del cerebro, por su relación con la creatividad. Sin embargo, investigaciones con imágenes cerebrales muestran que la música involucra ambos hemisferios, aunque la mayor parte de la actividad sucede en el lado derecho del cerebro.

Cuando se escucha música, se activan los centros de memoria cerebrales, como el hipocampo y las partes bajas del lóbulo frontal. Al tocar música se involucra también al cerebelo. La lectura musical activa la corteza visual, y escuchar o recordar letras de canciones activa los centros del lenguaje en los lóbulos frontal y temporal. Al tocar un instrumento musical se activa el lóbulo frontal, la corteza sensorial y la corteza motora, ya que esta actividad requiere coordinación y control motor, tacto somatosensorial e información auditiva.

Las últimas investigaciones de la relación entre la música y las emociones han descrito mecanismos neuronales que se activan al escuchar música y se asocian a determinados sentimientos. En general, las melodías lentas y con cadencia descendente apaciguan, por el contrario, las ascendentes estimulan. 

  • Rock: Los ritmos de este género musical generan adrenalina en el cerebro. Diversos estudios han relacionado a la música rock con un incremento en la resistencia a la hora de hacer ejercicio
  • Música clásica: Este género proporciona al cerebro un mejor ambiente para desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales y ayuda a concentrarnos mejor y a optimizar los procesos de aprendizaje.
  • Pop: Este género musical comparte con la música tecno el hecho de que fomenta la alegría y apacigua los miedos y temores
  • Jazz y blues: Fomentan la liberación de las inquietudes. Es un género apropiado para buscar la reflexión y el sosiego
  • Hip hop y música electrónica: Estos géneros estimulan nuestro cerebro, por lo que se consideran apropiadas para la práctica de ejercicio físico
  • Salsa: Inyecta al cerebro una combinación de dopamina y adrenalina. Este tipo de música ayuda a liberar el estrés, al producir beneficios físicos, emocionales y mentales
  • Reggaetón: No es la mejor opción para concentrarse o relajarse, pero si nos resultará una elección acertada si realizamos ejercicio.
  • Metal: Este tipo de música genera inicialmente una explosión de estímulos que una vez se apaga se convierte en reflexión y nostalgia

Específicamente, la Musicoterapia tiene un gran número de aplicaciones, principalmente en los ámbitos educativo-escolarsocial-comunitario y clínico-sanitario. Es una terapia muy eficaz, y en algunas ocasiones, la única que permite establecer un vínculo terapéutico con personas con una sintomatología muy marcada.

Entonces ¿cuáles son las principales aplicaciones de la Musicoterapia?

  1. Recuperar el habla después de un daño cerebral
  2. Disminuir los efectos de la demencia en ancianos
  3. Reducir los episodios de asma en niños y adultos al disminuir la ansiedad
  4. Reducir el dolor y la ansiedad en pacientes hospitalizados
  5. Mejorar las habilidades de comunicación en niños con Autismo
  6. Mejorar la función motora en personas con Parkinson
  7. Mejorar la memoria en pacientes con Alzheimer
  8. Mejora en los menores los problemas de conducta.
  9. Beneficiosa en niños con deficiencia mental, baja autoestima, dificultades en el aprendizaje o problemas de socialización.

Y por si fuera poco, la música es muy útil cuando de levantarse de la cama se trata, ya que hay canciones que son mejores que otras para levantarnos por la mañana “motivados y con energía”, es decir, la música adecuada con su energía positiva y su ímpetu, puede ayudarte a levantarte, obtener energía y afrontar el resto del día. Y existen por lo mismo, canciones perfectas para empezar la mañana con el pie derecho, como lo es Viva la vida de Coldplay, una canción que ocupa el primer puesto, seguida de Elévate de St. Lucía.

Quiero destacar también para finalizar, que como seres vivos, diferentes estudios han determinado que los vegetales tienen órganos sensoriales que les permiten captar todo a su alrededor y expresar sus sentimientos. El mismo caso aplica a la música, ya que las plantas muestran su predilección por determinados géneros -aunque también necesitan momentos de silencio– y directamente hay melodías que les hacen mal, hasta incluso provocarles la muerte.

Uno de los primeros experimentos de las plantas y su relación con la música se realizó en 1973, promovido por la investigadora Dorothy Retallack, de la Universidad de Denver. Se monitorearon en dos cámaras distintas situaciones: a un grupo de plantas les hicieron escuchar música rock durante tres horas al día, mientras que en otra cámara, la radio fue ajustada a una música suave durante tres horas al día.

Las plantas expuestas a la música suave crecieron en forma sana y sus tallos empezaron a doblarse hacia la radio. Sin embargo, las plantas que escucharon rock, tenían las hojas pequeñas y se alejaron del aparato, crecieron desgarbadas y la mayoría murió en el plazo de 16 días.

Incluso, muchas personas sostienen que poner música clásica a las plantas puede incrementar su crecimiento, lo que se llama Efecto Mozart.

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Psic. Alicia D de P

Doctora Descanso ®

Que sueñes con los angelitos ®

FUENTE:

https://www.webconsultas.com/belleza-y-bienestar/terapias-alternativas/musicoterapia-5960
https://www.naturarla.es/la-musica-y-la-salud
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151103_canciones_spotify_despertarse_lb
https://www.elsevier.com/es-es/connect/ciencia/7-aplicaciones-de-la-musicoterapia-que-seguro-que-no-conocias