RECOMENDACIONES DE LA DOCTORA DESCANSO
Los bebés recién nacidos duermen muchísimas horas al día. Es más, no hay ninguna otra etapa en la vida en la que se duerma tanto; y es que los bebés pueden dormir entre 16 y 18 horas al día perfectamente.
Pero, siempre queda la siguiente duda a esta pregunta ¿los bebés sueñan? Hay pocos estudios sobre este tema relacionado con el sueño del bebé, y si nos basamos en el estudio de la actividad cerebral durante el sueño, hay científicos que afirman que los bebés pueden comenzar a soñar ya desde la etapa fetal, cuando aún se encuentran en el útero materno.
El tema resulta aún demasiado complejo como para dar conclusiones claras y objetivas. No es posible demostrar a nivel de laboratorio y de forma objetiva que los bebés no nacidos “sueñen”, pero se sabe que es sobre las 32 semanas cuando un feto da un salto madurativo notable a nivel cerebral y donde, posiblemente, podría ya abrirse la posibilidad de “poder soñar”.
Entre el sexto y el séptimo mes de gestación, el bebé comienza a sentirse algo incómodo en el vientre de su madre. En esta etapa el bebé suele tener aproximadamente 30 cm y pesar entre 650 y 700 gr, y todos sus sistemas cerebrales, musculares y nerviosos, ya estarán casi del todo desarrollados. El bebé empieza a moverse y a dar patadas no sólo porque el espacio le queda pequeño, como también porque empieza a tener sueños.
- Entre los 7 u 8 meses el feto entra ya en un patrón de sueño muy profundo en el cual, podrían darse los sueños. El movimiento ocular indica sin duda que están en un sueño REM, pero es imposible concluir con seguridad si lo que acontece en su cerebro son sueños.
- Hay expertos en neonatología que nos recuerdan que los fetos son muy sensibles a todos los estímulos que van más allá de la placenta. Sienten vibraciones, responden a estímulos musicales e incluso sus cerebros pueden verse afectados por el estrés que pueda sufrir la madre.
- Es decir, el cerebro de un bebé sí que recibe estímulos exteriores que podrían ser integrados durante esos patrones de sueño. De este modo, su mundo onírico básico, ligeramente inmaduro y elemental, podría estar habitado por sensaciones, sonidos, formas… Algo tan orgánico y puro, a la vez que instintivo, que no debería hacernos descartar la idea de que, efectivamente, sueñan.
- No obstante, los científicos no pueden darnos pruebas claras de ello. A pesar de que los bebés se mueven con frecuencia aún estando dormidos (cosa que hacen el 80% del tiempo), no hay una actividad clara de esas zonas asociadas a nuestro mundo onírico.
**Según un artículo aparecido en la revista “Psychology Today” muchas veces no somos plenamente conscientes de lo que un bebé es capaz de sentir en el vientre materno. Se sabe que pueden reaccionar con agrado o desagrado determinados “alimentos” que reciben de sus madres, que tienen hipo, que bostezan y aún más… Aún viniendo al mundo de modo prematuro, pueden llegar a identificar la voz de sus madres, esa persona que durante 6 u 8 meses ha estado hablándole cada día.
Las dificultades que tienen los expertos a la hora de concluir en si un bebé sueña o no es la imposibilidad de utilizar tecnología adecuada para analizar esos patrones cerebrales. Se ha intentado hacer en niños prematuros o incluso con animales (ovejas) pero siempre se encuentran con estructuras tan inmaduras que es muy complicado obtener resultados claros. Por ello, a falta de que la tecnología nos de respuestas más objetivas, son muchos los que se quedan con la idea de que los bebés sueñan. Y lo harían ya a partir de los 7 meses.
Entonces, ¿qué sueños tiene el bebé dentro del vientre materno? En el vientre de la madre, un bebé de siete meses ya responde a los estímulos que provienen del exterior, como son las luces, los ruidos, la música y caricias. El bebé sintetiza esas vivencias y procesa toda la información que recibe en los sueños, sonidos, sensaciones, etc. Eso influenciará en su descanso y sueño, empezará a demostrar su intranquilidad a través de algunos movimientos, haciendo que su madre pueda sentir fuertes punzadas en su vientre. Según algunos estudios, el bebé no tiene pesadillas, sus sueños son básicos y no causan traumas futuros. A medida que el bebé crece en el vientre materno, suele estar más despierto gracias a que sus sentidos están más desarrollados.
¿Qué se aconseja para estimular a un bebé en el vientre materno? En esta etapa es muy interesante y aconsejable que se les estimule a través de la música y canciones de cuna, y que se les hable.
- La música clásica como la de Mozart o Vivaldi, son muy recomendables, principalmente para que el bebé pueda relajarse. Aparte de poderle tranquilizar a través de un canto, de una “charla”, o de un simple masaje, también se puede estimular la visión del bebé que se encuentra en esta etapa. ¿Cómo? Pues exponiendo el vientre de la madre a luces de distintos y variados colores. Seguramente el bebé se dará cuenta de la estimulación y contestará con algún movimiento.
Y un bebé recién nacido…¿cón que sueña? los expertos opinan que sueñan con vivencias del día., y aunque no hay nada claro, se ha llegado a concluir que los niños recién nacidos sueñan con sensaciones. No es extraño que sus primeros contenidos oníricos versen sobre sus primeros contactos con el mundo. Así, podrían soñar con texturas, olores, sabores como el de la leche materna, calor, frío etc.
Todo hace pensar que estos sueños infantiles son bastante básicos. A medida que los bebés crecen, se irán haciendo más lúcidos y complejos. A partir de los 18 meses, más o menos cuando los niños son capaces de comunicarse con palabras, comenzarán a relatar qué sueñan exactamente.
¿Qué características tiene el sueño de los bebés?
Los bebés tienen que despertarse en la noche para avisar a sus padres que necesitan algo. Es normal que despierten, y esto mantiene a los bebés seguros y saludables. A medida que los bebés crecen, duermen durante periodos más largos y se despiertan menos. Dos maneras en que duermen los bebés Los bebés pasan por periodos de sueño ligero y de sueño profundo. Ambos tipos de sueño son importantes para la salud de su bebé.
- El objetivo del sueño NO REM es reponer la energía que han consumido durante el periodo de vigilia, mientras que la fase REM (etapa en la que aparecen los sueños con argumento y también las pesadillas) desempeña una labor específica en el desarrollo de los procesos de atención y memoria de los pequeños, así como en la consolidación del aprendizaje. De esta forma, si el bebé no tiene suficiente sueño NO REM puede sufrir un retraso en su crecimiento, y la falta de sueño REM puede tener consecuencias negativas sobre su desarrollo cognitivo y su conducta.
- Durante las primeras semanas de vida, los bebés realizan muecas y gestos, e incluso agitan sus bracitos y piernas con brusquedad, lo que preocupa a los papás, especialmente a los primerizos, que pueden pensar que su hijo está sufriendo una pesadilla. En realidad, estos movimientos, que duran entre 10 y 20 segundos y se denominan mioclonías neonatales benignas, suelen desaparecer a lo largo del tercer mes, y no afectan al descanso del pequeño, ni tienen ninguna consecuencia sobre su desarrollo neurológico y psicomotor.
¿Y tienen pesadillas los bebés?
Las pesadillas en los bebés simplemente no se dan, y es aproximadamente hasta los tres años que aparecen. Siempre es recomendable que su entorno sea tranquilo y silencioso y no se encuentren expuestos a ruidos fuertes o molestos (aspiradora, tráfico, batidora, conversaciones o música estridente…) para que estos sonidos no perturben su descanso ni se introduzcan en sus sueños, principalmente antes de lo esperado. Ya que es hasta los tres años de edad en el que se ponen de manifiesto las angustias personales del niño. Pesadillas que se relacionan con oscuridad, monstruos, miedo al abandono o a perderse.
Psic. Alicia D de P
Doctora Descanso ®
Que sueñes con los angelitos ®
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