MI MANUAL EMOCIONAL: APRENDIENDO SOBRE LAS EMOCIONES

MI MANUAL EMOCIONAL: APRENDIENDO SOBRE LAS EMOCIONES

Recomendaciones de la @DoctoraDescanso

“De qué sirve que un niño sepa colocar Neptuno en el universo…Si no sabe dónde poner su tristeza o su rabia” – José María Toro –

Las emociones son algo fundamental en nuestra vida, son la reacción subjetiva al entorno que nos rodea. Cada persona experimenta la emoción de forma individual, influenciada por sus experiencias vividas anteriormente y dependiendo del aprendizaje, el carácter y de la situación en la que se den. Las emociones desencadenan unas reacciones fisiológicas y de comportamiento que son innatas, pero otras pueden ser adquiridas. Por esto último, una buena gestión emocional desde la infancia es tan importante.

Hemos crecido en una sociedad  que fomenta más la represión que la gestión de determinadas emociones, sobre todo con las emociones negativas. Con los niños, muchas veces oímos decir a los adultos, “No tengas miedo”, “No llores”, “No te enfades”… pero las emociones necesitan ser expresadas y mostradas de una manera saludable, y los adultos somos los responsables de enseñar a los niños cómo hacerlo.

Una buena gestión emocional ayudará a los niños a desenvolverse mejor en la sociedad, a tener un buen autocontrol, a regular sus emociones positivamente, se sentirán así mejor con ellos mismos, y ello les beneficiará a la hora de relacionarse, de tomar decisiones, en la resolución de problemas personales e incluso académicamente.

Los padres son una parte fundamental en este proceso, donde recae la mayor responsabilidad  de la enseñanza de estas habilidades emocionales, pero también influirán otras figuras cercanas, otros adultos, como tíos, abuelos, profesores… y para ayudar a todos ofrecemos algunas posibles pautas a seguir a través del desarrollo emocional del niño.

Específicamente, ¿qué es una emoción? Una emoción es una reacción compleja del cerebro ante un estímulo externo (algo que veo, u oigo)  o interno (pensamiento, recuerdo, imagen interna). Emoción viene del latín emovere que quiere decir mover hacia o desde. En contra de lo que se piensa, las emociones son algo transitorio, no permanente que nos saca de nuestro estado habitual.

Las emociones son energía que se mueve a través de nuestro cuerpo y que sólo se estanca si las reprimimos.  Las emociones por tanto, nos impulsan hacia la acción, son más intensas y duran menos tiempo que los sentimientos.

En tanto, un sentimiento es la suma de una emoción y un pensamiento. Según el biólogo Huberto Maturana, una emoción se transforma en sentimiento en la medida que uno toma consciencia de ella. Es decir, en el sentimiento interviene  además de la reacción fisiológica un componente cognitivo y subjetivo. Un sentimiento por tanto, se da cuando etiquetamos la emoción y emitimos un juicio acerca de ella.

Cuando interpretamos la sensación que estamos teniendo de manera consciente y explícita. Los sentimientos suelen durar más tiempo que las emociones. Estos últimos durarán el tiempo que pensemos en ellos. Los sentimientos se dan después de las emociones, no hay sentimiento sin emoción.

Algunos ejemplos de sentimientos son el amor, los celos, el sufrimiento o el dolor, el rencor, la felicidad, la compasión. El desarrollo de la empatía también nos va a permitir poder entender los sentimientos de las demás personas. Como ya hemos mencionado, los sentimientos son de una duración por lo general bastante larga.

Debo señalar que existen diversas emociones; por lo que haré énfasis en la descripción de las emociones que más frecuentemente experimentan las personas, así como las niñas y los niños en su diario vivir.

Todas las personas experimentamos diversas emociones a diario, pero detallaré sólo cinco emociones, por ser las emociones que más frecuentemente experimentan las niñas y los niños:

Enojo/ira La ira es una reacción de irritación, furia o cólera desencadenada por la indignación y el enojo de sentir vulnerados nuestros derechos, la cual se genera cuando tenemos la sensación de haber sido perjudicados, la ira exige una respuesta urgente.

• Miedo: es la emoción que se experimenta ante un peligro real e inminente, Bisquerra  añade que el miedo es activado por amenazas a nuestro bienestar físico o psíquico; la forma más habitual de afrontar el miedo es la huida o evitación de la situación peligrosa. De esta manera, el organismo reacciona rápidamente, movilizando una gran cantidad de energía, de tal forma que prepare el cuerpo para respuestas más intensas de las que sería capaz en condiciones normales.

• Tristeza: es desencadena por una pérdida significativa, además es una respuesta a un suceso pasado y en ésta nadie es culpable, la tristeza se asocia con el llanto; esta emoción puede producir pérdida del placer e interés, por lo que la reducción de actividades es característica de ésta, además hay desmotivación y pérdida de esperanza.

Felicidad: es la forma de valorar la vida en su conjunto así como un estado de bienestar; la felicidad se relaciona con el gozo, la sensación de bienestar, al capacidad de disfrute, el estar contento y la alegría.

Amor: es la emoción experimentada por una persona hacia otra persona, ideal, animal, cosa, etc. Diversos autores refieren que hay diversos tipos de amor, entre estos el maternal, erótico, fraterno, etc. En cuanto a la respuesta del organismo Goleman (1996) expone que hay una respuesta de relajación, calma y satisfacción.

 Es importante tomar en cuenta que todas estas emociones se experimentan constantemente y en el caso de muchos niños, adolescentes, e incluso adultos, no saben asumir o expresarlas de la forma más adecuada, por lo cual es importante tomar en cuenta la importancia de que como padres, tutores o docentes eduquemos emocionalmente.

Pero… ¿Qué es la educación emocional? La educación emocional se comprende como un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral.

Para ello es importante el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre las emociones con objeto de capacitar a la persona para afrontar mejor los retos que se plantean en la vida cotidiana, para aumentar el bienestar personal y social.

Entonces, entendemos que la educación emocional juega un papel primordial en cada espacio de la vida de las personas y aún más de las niñas y niños, ya que concibe a éstas y éstos desde un punto de vista holístico y preventivo, siempre en mira a estilos de vida mejores y a relaciones intrapersonales e interpersonales más saludables.

Entonces, ¿qué objetivos se persiguen al educar emocionalmente?

  • Adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones

• Identificar las emociones de los demás

• Desarrollar la habilidad de controlar las propias emociones

• Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas

• Desarrollar una mayor competencia emocional

• Desarrollar la habilidad de automotivarse

De esta forma, con la educación emocional lo que se busca es que las personas tengan las herramientas necesarias para conocer, expresar y manejar sus propias emociones y las de las demás personas, de manera que éstas no afecten sus vidas, y que por el contrario, promuevan el bienestar personal y social.

Ahora bien, la educación emocional persigue el desarrollo de ciertos rasgos, actitudes o conocimientos que son pilares que conducen a un adecuado o mejor desarrollo emocional, y que se llaman competencias emocionales, que se definen como “el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales” (Bisquerra, 2009).

Pero, ¿cuáles son las ventajas del desarrollo de competencias emocionales? Influirpositivamente en:

  • Los procesos de aprendizaje
  • Las relaciones interpersonales
  • La solución de problemas
  • La consecución y mantenimiento de un puesto de trabajo, etc.,

Y estas ventajas benefician a las personas, porque favorecen un desarrollo saludable e integral, el cual a la vez propicia el bienestar.

¿Cuáles son las competencias emocionales? Para el autor que menciono en este artículo, son:

  1. Conciencia emocional la capacidad para tomar conciencia de las propias emociones y de las emociones de los demás. El conocer las emociones propias y las de los demás se consigue a través de la observación propia y de las otras personas e incluye las siguientes microcompetencias:
  2. Toma de conciencia de las propias emociones: la capacidad para percibir, identificar y etiquetar las emociones propias.
  3. Dar nombre a las emociones: el uso de un vocabulario emocional adecuado para designar las emocionales que se experimentan.
  4. Comprensión de las emociones de los demás: es la capacidad para percibir las emociones de otras personas así como de implicarse en sus vivencias emocionales por medio de la empatía.
  5. Tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento: la emoción, cognición y conducta están en constante interacción, y los estados emocionales inciden en el comportamiento y éstos en la emoción; ambos pueden regularse por la cognición.

Esta competencia emocional es el primer paso de la educación emocional, y se basa principalmente en tomar conciencia de las propias emociones y las emociones de otras personas para poder tener responsabilidad ante las emociones que se experimentan. Se dice que esta competencia “es el primer paso para poder pasar a las otras competencias” (Bisquerra, 2009) ya que la conciencia emocional es la base sobre la que se construyen y desarrollan las demás.

  • Regulación emocional: se refiere a “la capacidad para manejar las emociones de forma apropiada. Supone tomar conciencia de la relación entre emoción, cognición y comportamiento; tener buenas estrategias de afrontamiento; capacidad para autogenerarse emociones positivas, etc.” (Bisquerra, 2009).

Ésta es el elemento esencial de la educación emocional, y está compuesto por aspectos como la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la capacidad para retrasar gratificaciones, el desarrollo de empatía, entre otros. Esta competencia se conforma de microcompetencias que son:

  • Expresión emocional apropiada
  • Regulación de emociones y sentimientos: implica saber y aceptar que las emociones deben ser reguladas, lo que incluye la regulación de la impulsividad, tolerancia a la frustración, capacidad para diferir recompensas inmediatas a favor de otras más a largo plazo.
  • Habilidades de afrontamiento: es la habilidad para afrontar retos y situaciones de conflicto, con las emociones que generan, lo que implica estrategias de autorregulación para gestionar la intensidad y la duración de los estados emocionales.

**En toda nuestra vida enfrentamos constantemente situaciones problemáticas y de conflicto, tanto con nosotros mismos como con otras personas, las cuales si no se solucionan pueden llegar a desencadenar serios problemas, y tanto la competencia de regulación emocional, como específicamente la habilidad de afrontamiento, viene a ser una herramienta esencial para solucionar conflicto de forma más saludable y adecuada para el bienestar de las personas.

  • Competencia para autogenerar emociones positivas: hace referencia a la capacidad para crear emociones que generen bienestar y disfrute de la vida, como por ejemplo la alegría y el amor.

**Esta competencia hace énfasis en la idea de que no hay emociones buenas o malas, sino que hay que aprender a regular las emociones que se experimentan, principalmente para no dejar que estas emociones provoquen situaciones que pueden perjudicar a uno mismo u a otras personas, esta es la importancia de la regulación emocional.

  • Autonomía emocional: hace referencia a la capacidad de generar las propias emociones y defenderse de las emociones tóxicas. Se relaciona con la autogestión personal, e las microcompetencias… autoestima, automotivación, autoeficacia emocional, responsabilidad, actitud positiva, análisis crítico de normas sociales y resiliencia.

La autoestima se refiere a cómo se siente una persona consigo misma, de esta manera, una autoestima adecuada se relaciona con una visión racional y con el sentirse satisfecho con uno mismo, y por el contrario una baja autoestima se refleja en un comportamiento inseguro; la autoestima es un factor relevante para el desarrollo y bienestar emocional.

  • Competencia social: es la capacidad para mantener buenas relaciones con otras personas lo que facilita las relaciones interpersonales, debido a que en las relaciones sociales están entrelazadas las emociones. Para tener buenas relaciones con otras personas se debe tener una serie de habilidades y capacidades, que son las siguientes: dominar las habilidades sociales básicas, respeto por los demás, practicar la comunicación receptiva, practicar la comunicación expresiva, compartir emociones, comportamiento prosocial y cooperación, asertividad, prevención y solución de conflictos y capacidad para gestionar situaciones emocionales.

** Al igual que la autoestima, las habilidades sociales son un factor relevante para el desarrollo y bienestar emocional, ya que las habilidades sociales van a ejercer una influencia positiva en el bienestar emocional, debido principalmente a que el relacionarse de forma satisfactoria con otras personas, se mejora la calidad de vida y el bienestar integral.

  •  Habilidades de vida y bienestar: la capacidad para adoptar comportamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida, con el fin de promover la satisfacción y el bienestar. Las habilidades de vida hacen referencia a comportamientos adecuados para la resolución de conflictos e incluyen: fijar objetivos adaptativos; toma de decisiones; la búsqueda de ayuda y recursos; ciudadanía activa, participativa, crítica, responsable y comprometida; el bienestar emocional y fluir.

Debo mencionar, que estas competencias emocionales son la base fundamental de la Educación Emocional, y de esta forma debemos entender que el promover el desarrollo y fortalecimiento de competencias emocionales en cada uno de nosotros es el primer paso para brindar ofrecer un sin número de ventajas a la vida de quienes nos rodean, al posibilitar una mejor calidad de vida y bienestar integral.

Dentro de las ventajas de la educación emocional (Goleman), sobresalen:

  1. Autoconocimiento emocional:
  2. Mejora el reconocimiento y la designación de las propias emociones
  3. Mayor capacidad para entender las causas de los sentimientos
  • Reconocimiento de la diferencia entre sentimientos y acciones:
  • Manejo de las emociones
  • Menor cantidad de bromas, peleas e interrupciones de la clase
  • Mayor capacidad para expresar adecuadamente el enojo, sin pelear
  • Menos suspensiones y expulsiones
  • Menos comportamiento agresivo o autodestructivo
  • Más sentimientos positivos sobre ellos mismos, la escuela y la familia}
  • Mejor manejo del estrés
  • Menor soledad y ansiedad social
  • Aprovechamiento productivo de las emociones
  • Más responsabilidad
  • Mayor capacidad de concentrarse en la tarea que se tiene entre manos y de prestar atención
  • Menos impulsividad, mayor autocontrol
  • Mejores calificaciones en las pruebas de rendimiento escolar.
  • Empatía: interpretación de las emociones
  • Mayor capacidad para comprender el punto de vista de otra persona
  • Mejora de la empatía y de la sensibilidad para percibir los sentimientos de los otros
  • Mejora de la capacidad de escucha
  • Mejora de las relaciones personales:
  • Mejora en la resolución de conflictos
  • Mejor actitud positiva en la comunicación
  • Mayor preocupación y consideración
  •  Mayor cooperación, ayuda y actitud de compartir

Como podemos ver, son muchas las mejorías y ventajas que brinda la educación emocional ya que permite conocer las propias emociones e interiorizar muchos aspectos de la vida propia, para luego poder detectar las emociones de las demás personas, llevando a mejores relaciones interpersonales.

Entonces, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos sepan gestionar las emociones?  ¿Cómo hacemos para que sepan interpretar correctamente y transformar las emociones negativas en positivas?

Para manejar de forma eficaz las emociones hemos de ser capaces tanto de identificar correctamente como nos sentimos: si estamos contentos, tristes, preocupados, etc.; como desarrollar la capacidad de autogestionar la ira, saber reflexionar previo a actuar, afrontar las dificultades de la vida y felicitarnos cuando las cosas nos salen bien.

Tanto el miedo, como la preocupación, como la ansiedad son totalmente normales en ciertos aspectos, pero lo que hemos de evitar es que nos bloqueen y nos impidan solucionar nuestros problemas.

Alguna de las pautas que se recomiendan y que entre todos podemos llevar a cabo para entender y ser capaces de manejar serían:

  • Ser conscientes de nuestros sentimientos y de nuestras emociones, saberlos identificar y ser capaces de expresarlos correctamente.
  • Intentar darnos cuenta del motivo por el que se tiene esta preocupación o miedo o del motivo por el que nos estamos poniendo nerviosos.
  • Los adultos (padres, profesores, tutores, monitores de actividades extraescolares, etc.) son los modelos y ejemplos más importantes para los niños, y por eso, los niños aprenden basándose en la observación de ellos.
  • Observar a qué juegan los niños, cómo hacen actuar a sus muñecos y qué les dicen.
  • Animar a través del día a día, enseñar a expresar sus emociones con las palabras adecuadas: “estoy contento porque…”, “estoy preocupado porque me ha pasado…”) y así expresar como se sienten y como se encuentran.
  • Estar atentos a su lenguaje no verbal o corporal, su tono de voz, su mirada, etc. ya que muchas veces nos darán pistas de cómo se sienten los menores.
  • Apoyarlos a pensar soluciones y resolver sus propios problemas de la manera más eficaz posible.
  • Académicamente, igualmente se pueden trabajar todos estos aspectos. Es beneficioso enseñarles a reflexionar sobre todas las acciones ya sea en relación a conflictos con los compañeros o sobre tareas académicas. Al respecto, se puede fomentar el uso de autoinstrucciones:
  • ¿Qué tengo que hacer?
  • ¿Cómo lo voy a hacer?
  • Estar atento y ver todas las posibles respuestas
  • Buscar la solución más correcta
  • Felicitarnos o rectificar

Como  observamos desde la primera infancia, se puede y debe empezar a enseñar la educación emocional para ayudar a los niños a tener una infancia y vida más feliz. Saber reconocer nuestras emociones y las emociones de los demás y saberlas comunicar eficazmente, es fundamental para el correcta desarrollo de los niños, sepan adaptarse a la sociedad y crezcan felices.

PARA REFLEXIONAR: Recordemos que las emociones son aquello que sentimos y las maneras de reaccionar ante las muchas situaciones de la vida. En ocasiones las emociones toman control sobre nosotros cuando estamos atravesando un momento específico, de ahí la importancia de saber cómo manejarlas, pero debemos entender que el primer paso es conocerlas, ya que una vez que yo pueda nombrar lo que siento, podré saber cómo hacerle frente.

El conocer la(s) emoción (es) que comúnmente experimentas te ayuda a saber cómo estás por dentro, es decir, a detenerte por un momento y pensar un poco en lo que está sucediendo en tu vida y si te sientes satisfecho o satisfecha con lo que usualmente sueles hacer. Así mismo el conocer tu reacción hacia dichas situaciones te ayuda a saber si te sientes complacido o complacida con lo que usualmente sueles hacer en tu vida diaria y de no ser así se hace necesario encontrar la manera de sentirte cómodo o cómoda con tu vida.

FUENTE:

  • Bisquerra, R. (2001). Educación Emocional y Bienestar. Barcelona: Praxis.
  • Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Madrid: Síntesis.
  • Bisquerra, R. (2010). Educación Emocional y Bienestar. Barcelona: Praxis
  • Goleman, D. (1996). Inteligencia Emocional. Argentina: Javier Vergara Editor S.A.

Psic. Alicia D de P

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