En pocas palabras, más que preguntar por qué, deberíamos preguntar para qué, ya que necesitamos dormir para sobrevivir; realmente el sueño es indispensable, y sus beneficios son innumerables.
Pero ¿podemos morir por falta de sueño? ¡¡ por supuesto!!, aunque los casos de vigilia voluntaria no han llegado a tal extremo; el Libro Guinness establecía el récord en algo más de 11 días, pero posteriormente dejó de incluir esta marca debido a los riesgos para la salud que podía sufrir quien se propusiera batirla. La persona que aparece en dicho libro, Randy Gardner, desde el primer día sin dormir manifestó que su humor empeoró, le costaba memorizar, vocalizar y veía borroso. Y aunque al cuarto día empezó a sufrir alucinaciones, el último día, durante la rueda de prensa que ofreció se mostró energético y hablaba con fluidez.
En cambio, sí se conocen casos de muertes debidas al Insomnio Familiar Fatal, una rara enfermedad hereditaria causada por un prión, una proteína defectuosa que se rebela contra el organismo. El IFF puede aparecer en cualquier momento de la vida; a partir de entonces, comienza un proceso irreversible e incurable que pasa por privación completa del sueño, alucinaciones, pérdida de peso, incapacidad para caminar o hablar y aislamiento de la realidad, hasta que la muerte sobreviene entre 7 y 36 meses después de los primeros síntomas.
Pero no es necesario ser drásticos o ir tan a largo plazo para encontrar los daños que un sueño deficiente puede provocar en el ser humano; con tan sólo dormir poco una sola noche, tenemos más probabilidades de:
– tener un accidente
– resfriarnos
– comer más
– perder tejido cerebral
– mostrarnos hipersensibles
– estar menos concentrados
– presentar problemas de memoria
Y aunque con esto, sabemos que saltarnos horas de sueño nos afecta negativamente de los pies a la cabeza ¿Cómo saber si dormimos lo suficiente? Para descubrirlo los invito a leer mi siguiente artículo.
Psic. Alicia Domínguez de Pedro.
Dra. Descanso.