HIPERSOMNIA

Dormir las horas recomendadas por día, no siempre es garantía de un buen descanso. De hecho muchas personas se levantan cansadas. De eso se trata la hipersomnia.

RECOMENDACIONES DE LA DOCTORA DESCANSO

Sabemos que el sueño es un proceso esencial para nuestra supervivencia y el mantenimiento de nuestras capacidades. Cuando tenemos sueño o estamos cansados, nuestro nivel de energía y nuestra motivación se resienten, por lo que perdemos las ganas de hacer cosas. No podemos concentrarnos y nuestro juicio y capacidad de análisis disminuyen, así como nuestro rendimiento. 

Afortunadamente, después de dormir las horas adecuadas, solemos recuperar nuestra energía y mantener un estado de vigilia y atención normativos. Y comento las horas adecuadas, ya que se ha comprobado que quienes duermen más de 10 horas al día tienden a tener peor estado de salud que aquellas que duermen un promedio de 7 u 8 horas. Dormir demasiado puede causar ciertas enfermedades; La razón es que el “sueño prolongado”, aquél que dura más de 8 horas, es usualmente un sueño ligero. Esto quiere decir que no se alcanza un estado profundo y constante de sueño. En conclusión, dormir demasiado puede ser tan perjudicial como dormir muy poco. 

No obstante, aún y cuando en la mayoría de los casos recuperamos energías con las horas adecuadas de sueño, existen personas cuyos periodos de sueño se ven alterados en tiempo y calidad de sueño, como es el caso de quienes sufren insomnioo su opuesto, la hipersomnia.

Pero, ¿qué es la hipersomnia?

La hipersomnia es un trastorno del mecanismo del sueño, caracterizado por un sueño excesivo constante e involuntario. Una persona con hipersomnia tiene gran dificultad para mantenerse despierto, lo que le causa un deterioro funcional significativo, entre los que se cuentan: fatiga, cansancio, perdida sensorial y de concentración, y problemas de movimiento; estos problemas les aboca en una gran pérdida de atención en su entorno.

La somnolencia excesiva debe ser de suficiente gravedad como para provocar malestar significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.

***Al menos el 5% de la población presenta hipersomnia en algún momento de su vida y esto parece ser más prevalente en hombres. La hipersomnia primaria normalmente comienza entre los 5 y los 30 años y suele progresar durante semanas o meses, pudiendo convertirse en un estado crónico si no se trata adecuadamente. No obstante, los grupos de edad más afectados por la hipersomnia son adolescentes y adultos jóvenes. Las personas con sobrepeso son más propensas que otras a sufrir de hipersomnia, y esto a menudo puede agravar sus problemas de peso ya que con sus patrones de sueño excesivo significa que van a utilizar menos energía, lo que hace aún más difícil perder peso.

Entonces, las personas que experimentan la hipersomnia se les dificulta permanecer despiertos durante el día. Toman siesta con frecuencia, y al despertar de la siesta, no se siente renovados. Su sueño no es reparador. Suelen tener problemas al levantarse y, a veces pueden sentirse confusos e irritables, presentando lo que se conoce como borrachera de sueño.

Los síntomas incluyen:

  • La queja predominante es una somnolencia excesiva durante al menos 1 mes (o menos si es recurrente) como se evidencia por cualquier episodio prolongado de sueño o episodio de sueño durante el día que se producen casi a diario.
  • La somnolencia excesiva provoca un malestar significativo o deterioro en las áreas sociales, ocupacionales u otras importantes.
  • Ansiedad, aumento de la irritación, disminución de la energía, inquietud, pensamiento lento, habla lenta, pérdida del apetito, alucinaciones y problemas de memoria.
  • Algunos pacientes pierden la capacidad de funcionar en la familia, contextos sociales, ocupacionales, u otro.

¿Cuáles son las consecuencias de la hipersomnia?

Siesta, sueño excesivo y largo sueño nocturno todos ellos pueden modificar un calendario normal y la rutina de trabajo. Los síntomas asociados de hipersomnia incluyen, irritabilidad, depresión leve, pérdida de memoria y falta de concentración, y daño en el rendimiento.

Por esta razón, las personas que sufren de hipersomnia deben tener precaución al manejar maquinaria, especialmente la conducción de un vehículo motorizado, ya que se espera que ocurra accidentes.

¿Cuáles son las causas de la hipersomnia?

El abanico de enfermedades que van a dar hipersomnia es amplísimo; va desde enfermedades respiratorias (apneas de sueño,) insuficiencia respiratoria crónica con aumento del dióxido de carbono (enfisema, bronquitis crónica, hipoventilación crónica,) enfermedades endocrino-metabólicas (hipotiroidismo,) encefalopatías difusas por enfermedades renales o hepáticas, insuficiencia cardiaca o tumores.

Además muchos cuadros infecciosos locales van a producir somnolencia, especialmente si la fiebre es alta y si se trata de niños o personas de edad avanzada.

Puede estar provocada por múltiples enfermedades. No obstante, la causa no es totalmente conocida. Además la ingesta de fármacos puede alterar el estado normal de vigilancia y producir la sensación anormal de somnolencia diurna.

Podemos decir resumiendo, que existen varias causas de hipersomnia, entre ellas:

  • Los trastornos del sueño, como narcolepsia (somnolencia diurna) y la apnea del sueño (interrupción de la respiración durante el sueño).
  • Disfunción del sistema nervioso autónomo, o abuso de drogas o de alcohol.
  • Un problema físico, tal como un tumor, trauma en la cabeza, o lesión del sistema nervioso central.
  • No dormir lo suficiente por la noche (falta de sueño).
  • El exceso de peso.
  • Alcoholismo o drogadicción.
  • Una lesión en la cabeza o una enfermedad neurológica, como la esclerosis múltiple.
  • Los medicamentos recetados, como los tranquilizantes.
  • Ciertos medicamentos o la retirada de medicina, también pueden causar la hipersomnia.
  • Genética (tener un familiar con hipersomnia).

Una vez confirmada la hipersomnia el primer paso es descartar los fármacos que se piense que pueden producirla. El segundo entonces sería buscar, por la presencia de otros síntomas o signos, si existe una enfermedad asociada que pueda producir este síntoma.

Existen varios tipos de hipersomnia:

Hipersomnia recurrente Poco frecuente (sólo se conocen 200 casos). Se da entre 1 y 10 veces al año.
Hipersomnia idiopática (o primaria) con sueño prolongado Somnolencia excesiva, constante y diaria durante al menos tres meses. El sueño nocturno se prolonga durante unas 12-14 horas. Gran dificultad para despertarse.
Hipersomnia idiopática (o primaria) con sueño reducido El sueño dura entre 6 y 10 horas. Los pacientes pueden tener dificultad para despertarse del sueño nocturno y también de las siestas.
Sueño insuficiente inducido por el comportamiento (secundaria) Voluntaria, pero no buscada directamente, derivada de comportamientos que impiden alcanzar la cantidad de sueño necesario para mantener un adecuado nivel de vigilia y alerta.
Otros tipos de hipersomnia (secundaria) Debida a una enfermedad médica (enfermedades neurológicas o trastornos metabólicos, entre otros), hipersomnia secundaria al consumo de fármacos o drogas, e hipersomnia no debida a trastorno mental.

Fuente: Asociación Española de Narcolepsias e Hipersomnias Centrales

La Hipersomnia idiopática / hipersomnia primaria : se caracteriza por una excesiva somnolencia durante el día durante un largo período de tiempo. Los síntomas están presentes todos, o casi todos. La hipersomnia idiopática es muy similar a la narcolepsia excepto que no hay cataplejía, no hay parálisis del sueño, y no hay movimiento rápido de los ojos cuando la víctima cae primero dormido.

***La narcolepsia o enfermedad de Gelineau es una enfermedad genética que se inicia en la juventud habitualmente, y cursa con: *Ataques bruscos de sueño (se duermen en clase, sentados, de pie, viendo la televisión, en un bar) *Cataplejia (pérdida súbita del tono muscular voluntario) provocada por sustos, risas, ruidos o bien otros fenómenos) *Parálisis del sueño (al comienzo o al final del sueño) *Alucinaciones hipnagógicas (presentación de imágenes generalmente con sensación de pánico al entrar en sueño) En esta enfermedad se entra en fase REM de sueño de forma muy rápida, en 1-10 minutos, y no tras 50 minutos, como ocurre en las demás personas.

***El síndrome de Kleine-Levine (Hipersomnia recurrente), que actúa de modo recurrente y persistente provocando períodos de varios días o semanas de intenso sueño. Es habitual que quienes lo padecen puedan dormir hasta 20 horas seguidas y permanecer el resto del tiempo cansados, con una elevada inestabilidad, irritabilidad y desinhibición de impulsos que les lleva a la hiperfagia (aumento excesivo de la sensación de apetito e ingestas descontroladas de alimentos, sin razón aparente) y la hipersexualidad (impulso sexual excesivo). No es infrecuente que aparezcan alucinaciones y problemas de habla y memoria.

La Hipersomnia recurrente implica períodos de somnolencia diurna excesiva, que puede durar de uno a varios días, y se repiten a lo largo de un año o más.

Pero la diferencia principal entre la hipersomnia idiopática y recurrente es que las personas que experimentan hipersomnia recurrente tendrán períodos prolongados en los que no exhiben ningún signo de hipersomnia, mientras que las personas que experimentan la hipersomnia idiopática se ven afectados por ella casi todo el tiempo.

Muchas veces la hipersomnia, es secundaria, es decir,que se debe a otro proceso, siendo la más común, sobre todo entre niños y adolescentes, es la privación crónica de sueño. Este tipo de trastorno puede estar causado por factores ambientales y sociales (como horarios de sueño inadecuados), por enfermedades que afectan al sueño (diabetes, hipotiroidismo…), trastornos neurológicos (tumores, traumatismos craneales), trastornos psiquiátricos (ansiedad, depresión, neurosis) o trastornos primarios del sueño (SAOS, Síndrome de las Piernas Inquietas, Parasomnias, etc.). En estos casos la hipersomnia no sería un trastorno sino un síntoma de dicha alteración.

Dentro de las hipersomnias secundarias podemos encontrar las debidas a:

  1. Sueño insuficiente. Es la causa más común de hipersomnia y puede reflejar una pobre higiene del sueño o una privación de sueño auto o socialmente impuesta. Suele ocurrir en individuos adultos con trabajos de responsabilidad que a lo largo de al menos tres meses duermen 5 horas o menos cada noche, tienen dificultad para levantarse por las mañanas y experimentan episodios de somnolencia brusca durante el día. El requerimiento de horas de sueño de un adulto se estima que es de 7 horas. Si las deudas de sueño no se reparan surgen contratiempos como trastornos del humor, cognitivos, falta de concentración, fatiga crónica, etc.
  2. Sueño fragmentado. La calidad del sueño es tan importante como la cantidad. La continuidad es el factor más importante para que el sueño sea reparador. El sueño puede fragmentarse por periodos de vigilia obvios para el paciente o acompañante y también pueden ocurrir breves despertares o fragmentaciones más ocultas que pueden pasar desapercibidas.

Una causa común de fragmentación del sueño son los movimientos periódicos de las piernas durante el sueño. Tanto los movimientos periódicos de las piernas como el síndrome de piernas inquietas se asocian a varias enfermedades médicas como el déficit de hierro, folatos, enfermedad renal, neuropatía periférica, parkinsonismo y enfermedades medulares. Los movimientos empeoran con la cafeína, neurolépticos y antidepresivos. A veces el propio paciente ignora su trastorno que es referido por su acompañante de cama.

Varias enfermedades se asocian a fragmentación del sueño: artritis, dolor crónico de cualquier naturaleza, apnea, epilepsia, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, disfunción urinaria, reflujo gastroesofágico y síndrome del colon irritable.

¿Qué tratamiento existe para la hipersomnia?

La hipersomnia es un problema molesto e invalidante para quien lo padece y que puede limitar en gran parte su vida e incluso precipitar accidentes peligrosos para la propia supervivencia. Su tratamiento es esencial.

En este sentido, se recomienda que:

  • Se acuda a un especialista del sueño con el objetivo claro de que realice una buena evaluación de los síntomas, un buen diagnóstico y así llevar el tratamiento más efectivo. Se emplean escalas subjetivas, historia clínica detallada, una serie de exploraciones neurofisiológicas: el test de latencias de sueño en siestas múltiples (TLSM), el test de mantenimiento de la vigilia y la polisomnografía o registro de sueño nocturno.
  • Se procure evitar el manejo de maquinaria pesada o vehículos.
  • Se practique actividad física, ya que el deporte es también una gran ayuda para mantenerse activo y reducir la sensación de sueño en los momentos posteriores al ejercicio.
  • Se recomienda establecer horarios concretos para dormir y despertarse, así como facilitar la entrada en el sueño en los momentos normativos como la evitación de elementos que requieran atención o los ruidos.
  • Se reciba apoyo psicológico, ya que se suelen emplear técnicas cognitivo-conductuales que pueden servir para afrontar los problemas derivados del trastorno y en aumentar y ayudar a focalizar la atención. También se entrena al sujeto en la detección de los primeros signos de sueño, y aplicar ante ellos ejercicios varios tanto a nivel físico como mental para aumentar el nivel de conciencia y la actividad fisiológica.
  • Se evite el consumo de sustancias depresoras como el alcohol y otras drogas con los mismos efectos. Es posible que se recete el uso fármacos y sustancias excitadoras. Algunos antidepresivos  se han utilizado como tratamiento, si bien hay que tener precaución con otros aspectos de salud como la tensión arterial.

CONSEJOS DURANTE EL DÍA:

  • Mantenga horarios y rutinas regulares. Levántese cada día a la misma hora y realice las mismas tareas: asearse, desayunar, ir al trabajo…
  • Organice su tiempo mediante listas de prioridades.
  • Aprenda a no estar siempre disponible. Dedíquese tiempo a usted mismo y realice algo que realmente le guste (leer, escuchar música, jugar a las cartas, cuidar plantas…).
  • Acepte que la vida se compone de tareas por acabar que requieren de un proceso.
  • Realice algún ejercicio físico suave, al mediodía o por la tarde, tres días por semana: por ejemplo, andar 45 minutos.
  • Reserve pequeños períodos (5 min. dos veces al día) para respirar y relajarse.

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Psic. Alicia D de P

Dra. Descanso ®

Que sueñes con los angelitos ®

FUENTE:

https://psicologiaymente.com/clinica/hipersomnia
https://www.narcolepsia.org/hipersomnias/
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/hipersomnias