RECOMENDACIONES DE LA DOCTORA DESCANSO
Aunque hay personas a las que la temperatura y la estación del año prácticamente no les afecta a su estado de ánimo, otras llegan a vivirlo tan intensamente que sufren el conocido como: Trastorno afectivo estacional (TAE) con frecuencia llamado depresión de Invierno. Se trata de un tipo de depresión que suele mejorar en primavera y verano, pero a la que hay que prestarle atención, para que no se transforme en una afección crónica y discapacitante.
En primer lugar, debo aclarar que así como la depresión puede ser un problema grave para los adultos, para los adolescentes y para los niños por igual, independientemente de la estación, los cambios en el humor o actitud de un niño no es algo que se debe ignorar o descartar. Igualmente, lo que parece ser la mala actitud recientemente desarrollada de un adolescente, en realidad podría ser un caso de depresión o, en algunos casos, de un Trastorno afectivo estacional.
Ahora bien, debo mencionar que:
- La forma más común de TAE ocurre en el invierno, a pesar de que algunas personas experimentan síntomas durante la primavera y el verano.
- El TAE generalmente se desarrolla en una persona al principio de sus 20 años, y el riesgo del trastorno disminuye a medida que crece.
- Se diagnostica con más frecuencia en mujeres jóvenes, pero es posible que los hombres que lo presentan padezcan de síntomas más graves.
- Las personas con un historial familiar de TAE o aquellos que viven en las latitudes en donde las horas de luz del día durante el invierno son más cortas, tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.
- Los síntomas de este trastorno se prolongan en el tiempo y se intensifican sin otra explicación aparente, es decir, sin que a la persona le hayan sucedido otros factores o causantes de ese desánimo. Así, estos síntomas empiezan a dar la cara con el inicio del otoño y pueden mantenerse más o menos intensamente hasta el inicio de la primavera.
Pero, específicamente, ¿cuáles son los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional (TAE)? Aunque no todas las personas que sufren de TAE tienen los mismos síntomas, éstos suelen incluir algunos de los de la siguiente lista:
- Tristeza, ansiedad o sentimientos de “vacío”
- Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo
- Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia
- Irritabilidad, desasosiego
- Pérdida de interés en actividades que antes se solían disfrutar
- Cansancio y disminución de energía
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones
- Dificultad para dormir o dormir demasiado
- Dificultad para mantener el estilo de vida habitual
- Cambios de peso
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Comer alimentos “reconfortantes”, incluyendo carbohidratos simples como pasta, pan y azúcar y aumentar de peso.
- Sentimientos de baja autoestima
- Disminución en el rendimiento
- Ausencia de Placer (Anhedonia)
- Ansiedad, insomnio, irritabilidad y pérdida de peso, cuando el TAE se da en primavera y/o verano, síntomas que se asemejan más a una manía que a una depresión.
- Fatiga, debido a la excesiva ingesta calorías poco saludables y la falta de frutas frescas, vegetales y granos enteros.
Específicamente, ¿a qué se debe esta depresión del invierno? en el TAE la depresión está desencadenada principalmente por la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz natural.
Las teorías actuales se han concentrado en el papel de dos sustancias químicas específicas en el cerebro: melatonina y serotonina que ayudan a regular los ciclos de sueño-vigilia, la energía y el estado de ánimo.
Y es que medida que la estación del año va acortando los días y haciendo que éstos sean más fríos, la cantidad de serotonina (hormona de la felicidad) que segrega nuestro cuerpo es inferior a la segregada en otras estaciones del año. Además, al haber más horas de oscuridad, el cerebro segrega más melatonina (que se activa por la noche y es la hormona que nos ayuda a dormir) y por eso sentimos más somnolencia y más cansancio durante esta época del año; porque nuestro reloj biológico funciona en base a la exposición solar: mientras más sol haya, más serotonina se segrega y mientras menos sol, más melatonina. Es por eso que cuando llega la primavera este trastorno puede desaparecer.
Hay múltiples estudios que están demostrando que hay una asociación directa entre la luz natural y la segregación de serotonina. Así, el número de personas que sufren depresión en invierno es mucho mayor en países nórdicos, alejados del Ecuador, que tienen pocas horas de luz natural a lo largo del día (durante meses).
Por otra parte, no es sólo el tema de la exposición solar lo que afecta al estado de ánimo, la lluvia, el frío y el viento también pueden alterar nuestras emociones.
De esta manera, en los países donde llueve más, los índices de depresión son mayores que en los países menos lluviosos. Además, la gente suele ser más reservada y más seria que en los países con menos lluvia.
También, el frío produce más somnolencia y agotamiento, y esto puede llevar a la persona a activarse menos, y por tanto, frustrarse por ver pasar los días (lo cual refuerza los sentimientos depresivos).
Por lo que respecta al viento, éste provoca dolor de cabeza y aumenta la irritabilidad que a su vez refuerza el sentimiento de culpa (por decir o pensar cosas que afectan a los demás) y todo ello acaba provocando problemas sociales que pueden conducir al aislamiento y a estados depresivos.
Pero, ¿Por qué hay personas que la presentan y personas que no?
El problema de la depresión invernal puede aparecer o no, en función del comportamiento que tiene cada persona. A veces no es suficiente con la alteración de la serotonina; para que realmente se dé el trastorno afectivo estacional, hay una serie de comportamientos que lo refuerzan. Al sentir apatía y desánimo, y al ser incómodo salir a la calle con frío y con el paraguas, apetece menos estar en el exterior. Eso provoca que salgamos menos y hay personas que se aíslan socialmente, duermen más horas en el tiempo libre y cuando se sale de la cama es para ir al sofá. Al salir menos, estas personas se exponen menos a la luz solar, lo cual refuerza la disminución de serotonina y el aumento de la melatonina, por lo que la persona entra en un bucle del que no puede salir, ya que su cuerpo cada vez altera más los biorritmos y la segregación natural de hormonas.
Como dato curioso, quiero comentar que han pasado 30 años (1984 por el Psiquiatra Normal Rosenthal) desde que el término trastorno afectivo estacional (TAE) se utilizó por primera vez para describir la depresión de invierno . Pero hay quienes piensan que es un término que hoy en día se utiliza muy a la ligera. Por dicha razón siempre es necesario hacer un diagnóstico acudiendo a un profesional de la salud, quien deberá llevar a cabo un examen médico para descartar otras posibles causas de los síntomas, como hipotiroidismo, hipoglicemia o mononucleosis. Igualmente puede administrar cuestionarios para determinar el humor y también para buscar un patrón estacional.
Una vez confirmado el diagnóstico existen tratamientos efectivos que pueden ayudar a quienes padecen de este Trastorno:
- Aportando más luz del sol en el día a día en casos leves: pasando más tiempo al aire libre todos los días, incluso los días nublados, debiendo abrir las persianas de la casa, así como hacer ejercicios regularmente y llevar una dieta saludable, una baja en carbohidratos simples y alta en vegetales, frutas y granos enteros.
- Planificando unas vacaciones familiares en pleno invierno a un clima soleado.
- Acudiendo a terapia; existen varios estudios basados en evidencias que muestran que la terapia cognitiva conductual es efectiva para tratar la depresión en niños.
- Sentándose durante tres horas en frente de cajas de luz fuerte o utilizan visores de luz, con rayos UV filtrados en pacientes adultos más graves (terapia con luz).
- Tomando antidepresivos recetados en el caso de que otros tratamientos no hayan ayudado, lo que puede ayudar a regular el equilibrio de serotonina y otros neurotransmisores que afectan el humor. Sin embargo, los antidepresivos vienen con una advertencia de “recuadro negro” sobre el riesgo del comportamiento y pensamientos suicidas. Igualmente, es necesario que los padres con niños que toman antidepresivos estén alerta observando si hay alguna agitación, ansiedad o insomnio y que se aseguren de que continúen visitando a su médico periódicamente.
Entonces, debo resaltar la importancia de que observas síntomas de TAE en tí mismo o en algún familiar cercano, lo tomes seriamente. Tratar este trastorno a tiempo y de manera diligente puede convertir los oscuros días de invierno en un tiempo placentero de unión para ti y tu familia.
Finalmente, en el caso de que presente síntomas del TAD todos los años, sigue las siguientes recomendaciones para prevenir que el TAD impacte tu calidad de vida:
- Duerme lo suficiente
- Practica buenos hábitos de sueño
- Ingiere alimentos saludables
- Haz ejercicio mínimo cinco veces por semana
- Busca actividades que te motiven, y te hagan feliz
- Evita el alcohol y las sustancias ilegales
- Conversa con tus familiares y amigos
- Mantente activo
- Habla sobre tus sentimientos con alguien de confianza
- Trata de estar rodeado de gente positiva y considerada
- Participa en actividades de grupo
Por último, te recuerdo que puedes seguirme como Dra. Descanso ® a cualquiera de mis redes sociales o ingresando a mi blog http://doctoradescanso.com/
Psic. Alicia D de P
Dra. Descanso ®
Que sueñes con los angelitos ®
FUENTE:
https://www.magellanhealth.com/media/444539/doc0200-ps-seasonal_affective_disorder_esa.pdf
https://www.mundopsicologos.com/articulos/por-que-me-deprimo-en-invierno
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/12/141210_salud_depresion_invernal_il