¿SIENTES QUE TE CAES AL DORMIR?

Recomendaciones de la Doctora Descanso ^®

¿Alguna vez has experimentado repentinamente una sensación de caer al dormir? ¿O has tenido un despertar sobresaltado por una sensación de tropezar?

No es lo más ideal para despertar, y a todos nos llega a suceder aunque puede que no nos percatemos de ello, pero ¿por qué? La sensación de caer al dormir tiene explicación, y a la vez hay muchas teorías al respecto, por eso, te contaré por qué pasa esto y cómo evitar que afecte el sueño…

En primer lugar, debo mencionar que el sueño comienza con una parte del cerebro llamada formación reticular (estructura neurológica del tallo encefálico) que envía una señal de abajo de la médula espinal para relajar los músculos e inhibir respuestas a los estímulos. El cuerpo interviene y amortigua su propia conciencia. No obstante, la señal de la formación reticular se voltea en ciertos individuos, de tal manera que en lugar de inhibir la contracción muscular, de vez en cuando aumenta la contracción del músculo en respuesta a casi ningún estímulo, lo que se llama un espasmo mioclónico (contracción muscular breve e involuntaria que afecta a un músculo o un grupo de músculos y ocasiona a veces un desplazamiento visible).

De esta manera, si estabas durmiendo tranquilo y te despertaste asustado porque creías que caías o tuviste sensación de tropezar al dormir podría ser por mioclonías del adormecimiento. Se calcula que este fenómeno fisiológico afecta a 7 de cada 10 personas en algún momento de su vida.

Entonces, las sacudidas hípnicas o mioclonías del sueño son contracciones musculares involuntarias que ocurren justo cuando estás por quedarte dormid@, durante la fase de somnolencia. En esta transición entre vigilia y sueño tu sistema nervioso se relaja y ralentiza la respiración, disminuye la temperatura y relaja los músculos. Se cree que cuando los nervios fallan en este proceso de desaceleración ocasionan los espasmos musculares.

Otra característica de este fenómeno fisiológico es que acostumbra a ir precedido de una pequeña alucinación, como caer por las escaleras o sentir que algo que se nos viene encima.

Por ello, cuando experimentas estos movimientos repentinos de músculos causan sensación de caída, tropiezo o sacudida que terminan en un despertar sobresaltado. Por suerte, pese a que estos mioclonos (sacudidas musculares involuntarias) pueden ser molestos o perturbadores, no hay nada de qué preocuparse pues son trastornos del sueño benignos.

Por otra parte, igualmente, expertos de la Unidad del Sueño del Hospital de Madrid, nos explican que esto se debe básicamente a una estructura muy concreta: el sistema vestibular. Es este el que nos permite mantener el equilibrio y el que hace que logremos mantener adecuadamente regulados el cuerpo y el sistema cinestésico (que nos permite ser conscientes del movimiento muscular y de la postura, al proporcionar información sobre músculos, tendones, articulaciones y otras partes del cuerpo mediante receptores; el sentido cinestésico ayuda a controlar y coordinar actividades, como pasear y habla).

Explican que mientras dormimos, a veces se da una pequeña descompensación entre los impulsos del sistema vestibular y el cinestésico. Al haber un estado disociado de consciencia – estar medio dormidos – se produce un leve error de información entre ambos centros de nuestro cuerpo. Es algo que se da al inicio del sueño y que es una sensación breve. Breve, pero que siempre consigue que nos despertemos sobresaltados. Puede que hasta alguna vez, de la impresión, hayas caído verdaderamente de la cama.

Específicamente ¿Qué provoca la sensación de caer al dormir?

Los científicos las atribuyen a:

Ansiedad
Estrés
Consumo de alcohol y/o cafeína
Fuertes rutinas de ejercicio en la noche
Dormir en posición incómoda
Fatiga

Además, las mioclonías del adormecimiento pueden llegar a ser cíclicas si comienzas a dormir menos por la preocupación que te causan, pues estar cansado contribuirá a que se presenten con más frecuencia.

Si pensamos en todos esos sueños que hemos experimentado, en los cuales, perdemos el equilibrio, sentimos que caemos etc, debemos hacer un leve examen interno y preguntarnos ¿Cómo me encontraba en esos días? ¿Estaba nervioso/a por algo? ¿Inquieto/a tal vez? ¿Estresado/a?

Muchas veces nos metemos en la cama con un sinfín de pensamientos en la mente. Aún no hemos dado un cierre y separar día del instante “de descanso”. Ahí donde necesitamos ya estar relajados y tranquilos para sentir el alivio de la cama y refugio de un sueño reparador. Por ello, es muy frecuente que en esos días en que hemos hecho muchas cosas, nuestro cerebro llegue a conciliar el sueño pero aún esté presente en él esa actividad, esa presión y esa ansiedad. El cuerpo sin embargo está relajado, muy relajado… pero él no, de ahí que exista esa desigualdad mente-cuerpo y el cerebro lo interprete, sencillamente, como una “caída”.

Por si fuera poco, en esa caída al vacío el cerebro también nos prepara ante la idea de sentir el dolor, aumentando así el nivel de adrenalina de un modo tan intenso que acabamos despertando sobresaltados. De un “salto”.

Entonces, si es que padeces seguido de esta sensación de caer al dormir, ¿cómo puedes evitarla?

Reduce el consumo de alcohol y cafeína, especialmente 3 a 4 horas antes de ir a la cama.
Procura no ejercitarte al final de la tarde o en la noche para evadir trastornos del sueño.
Consume suficiente magnesio y calcio, esto puede disminuir las contracciones musculares y nerviosas.
Procura tener ropa de cama y colchón cómodos, así como escoger una posición agradable para dormir.
Si sufres ansiedad o estrés, practica ejercicios de relajación para conciliar el sueño, así como técnicas para afrontar estos problemas a largo plazo.
Separa las preocupaciones diarias en cuanto llegues a casa, en especial cuando llegue el momento de ir a la cama.
Recuerda que lo ideal es cenar dos horas antes de ir a dormir, algo ligero y que le dé tiempo al estómago de digerir con tranquilidad.
Toma una ducha de tibia a caliente
Apagar el ordenador y dejar a un lado el móvil una hora antes de acostarte; este tipo de ondas presentes en los aparatos electrónicos tienden a estimular nuestro cerebro impidiendo un sueño tranquilo.

Ahora bien, para algunas personas las mioclonías nocturnas pueden ser tan graves como la apnea del sueño. Si tienes dificultades para respirar al dormir o te despiertas con un jadeo es aconsejable consultar a un profesional de la salud para descartar otros desórdenes del sueño.

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Psic. Alicia Domínguez de Pedro

Dra. Descanso ^®

Que sueñes con los angelitos®