QUÉ ES, CAUSAS Y SÍNTOMAS FRECUENTES
Existen muchos tipos de fobias que la gente puede experimentar y una de las más curiosas es la fobia a estar enamorado, o Filofobia. La Filofobia o el miedo a enamorarse, es algo que puede hacer que nos aislemos y rechacemos cualquier posibilidad de conocer a nuevas personas por el terror que produce la posibilidad de establecer un lazo emocional demasiado fuerte.
Este trastorno de ansiedad puede tener un efecto en la vida social y emocional de persona que lo sufre. En casos graves, el filofóbico puede no solamente evitar amores potenciales, sino que puede dejar de relacionarse con compañeros de trabajo, vecinos, amigos y familiares.
Aunque el acto de enamorarse puede ser una de las experiencias más increíbles que podemos sentir los seres humanos, para un filofóbico, puede convertirse en una situación que le produce una terrible sensación de malestar y niveles altos de estrés emocional y físico.
Por lo mismo, la filofobia puede ser altamente incapacitante, y en casos severos puede conducir a una situación de aislamiento social. Este tipo de alteraciones puede ocasionar un efecto de bola de nieve que termine por generar problemas emocionales y relacionales derivados.
Entonces, son personas que temen entregarse, enamorarse o establecer relaciones personales fuertes. Únicamente viven relaciones sin compromiso, hablan poco de sí mismas, evitan mostrarse como son, ponen una “barrera infranqueable” para no sentirse vulnerables, tienden a establecer relaciones simultáneas por el mismo miedo que tienen a ser abandonadas y sus relaciones son una montaña rusa de emociones con subidas y bajadas constantes.
De hecho, son muchas las personas que inician una relación sentimental y al cabo de un determinado tiempo empiezan a experimentar ciertos cambios provocados por sus miedos e inseguridades, que les hacen romper esa relación y no avanzar en ese camino.
Este trastorno de ansiedad puede tener un efecto en la vida social y emocional de persona que lo sufre. En casos graves, el filofóbico puede no solamente evitar amores potenciales, sino que puede dejar de relacionarse con compañeros de trabajo, vecinos, amigos y familiares.
Aunque el acto de enamorarse puede ser una de las experiencias más increíbles que podemos sentir los seres humanos, para un filofóbico, puede convertirse en una situación que le produce una terrible sensación de malestar y niveles altos de estrés emocional y físico.
Por lo mismo, la filofobia puede ser altamente incapacitante, y en casos severos puede conducir a una situación de aislamiento social. Este tipo de alteraciones puede ocasionar un efecto de bola de nieve que termine por generar problemas emocionales y relacionales derivados.
Entonces, son personas que temen entregarse, enamorarse o establecer relaciones personales fuertes. Únicamente viven relaciones sin compromiso, hablan poco de sí mismas, evitan mostrarse como son, ponen una “barrera infranqueable” para no sentirse vulnerables, tienden a establecer relaciones simultáneas por el mismo miedo que tienen a ser abandonadas y sus relaciones son una montaña rusa de emociones con subidas y bajadas constantes.
¿Cuáles son los síntomas frecuentes de la filofobia?
A nivel físico, presentan síntomas cuando están en presencia de la persona del sexo opuesto de quién sienten atracción física y emocional. Algunos de estos síntomas serían:
- ataques de pánico clásicos,
- desórdenes gastrointestinales,
- latidos irregulares del corazón,
- sudores,
- falta de aire
- y un deseo de abandonar la situación cuanto antes, como mecanismo de defensa para evitar sentir todos estos síntomas ansiosos.
Ahora bien, ¿cuáles suelen ser las causas de la filofobia? Por lo general la filofobia:
- Tiene como detonante una experiencia traumática anterior que la persona no ha procesado o afrontado de manera adecuada.
- Es común que surja como resultado de una crianza compleja, falta de apego o incluso con algún tipo de abuso o maltrato.
- También puede darse como resultado de una relación afectiva previa fallida o dolorosa. Las separaciones, las pérdidas o las traiciones amorosas también dejan huellas traumáticas que tardan en curar y que en ocasiones, generan esta realidad y otras dimensiones altamente complejas y desgastantes.
Por lo mismo, el efecto de esas heridas emocionales pueden durar años y generar diversos problemas psiquiátricos (ansiedad, depresión, intentos de suicidio…)
La filofobia, por tanto, sería un mecanismo de defensa. Ese con el cual evitarnos volver a pasar por (lo que uno entiende) que será un sufrimiento inevitable.
Parece ser que lo que desencadena la Filofobia es:
- Un sentimiento intenso de un fracaso en una relación pasada que no se ha superado
- Heridas de un divorcio o un proceso de desamor doloroso que hace que evite cualquier situación potencial de ser lastimado de nuevo por un enamorado
- Miedo intenso a ser rechazados
- Haber tenido una mala experiencia en los muy escasos intentos de tener un contacto amoroso con alguien
No obstante, aún no hay una respuesta definitiva de cuál es el motivo que lleva a ciertas personas que experimentan relaciones traumáticas a aferrarse al dolor y no superarlas.
Entonces, ¿Qué debo hacer para superar la filofobia?
1. Exponerse al miedo
En casos menos severos del trastorno, la simple exposición al miedo es una buena manera de vencerlo. En muchas ocasiones pensamos demasiado en las consecuencias negativas y luego nos damos cuenta de que no era para tanto. En otros casos, la Filofobia está generada principalmente por el hecho de haber tenido una mala experiencia en los muy escasos intentos de tener un contacto amoroso con alguien, por lo que exponerse más al amor ayuda a que ese espejismo aterrador de las relaciones afectivas se desvanezca.
Por lo que queda claro que salir huyendo o evitando estas situaciones lo único que provocará es que este trastorno se reafirme más y siga vivo.
2. Vivir el presente:
Es necesario ir poco a poco plantando los pies en nuestro presente y evitando que nuestros pensamientos y expectativas influyan hasta ese nivel en nuestra realidad.
**El miedo no se aguanta, no se combate ni se ignora, sino que se controla y se somete a la realidad para ver si es real o no. Si lo es, pues perfecto porque para eso está diseñado, para hacernos entrar en estado de alerta y aumentar nuestra supervivencia. Si no lo está, pues que siga ahí para que él sólo se desmonte viviendo una realidad en la que no puede influir.
Para tratar de tener cierto control emocional se debe vivir la relación día a día, es decir, vivir el presente. Hay que procurar dejar atrás pensamientos irracionales creados por experiencias pasadas y expectativas futuras. Cada situación y persona es distinta a las demás, por ello debemos centrar nuestra atención en el momento presente sin ver mucho más allá. De esta manera, controlaremos la ansiedad asociada a esta fobia.
El Mindfulness o atención plena, es un procedimiento terapéutico que busca, ante todo, que los aspectos emocionales y otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos. Estas técnicas psicológicas basadas en la meditación oriental ayudan a vivir al día y a mejorar tus relaciones interpersonales.
3. Expresar temores:
La comunicación es un factor clave en toda relación y para poder sentirnos más fuertes a la hora de afrontarlo. Hacer conocedora de nuestros miedos a otra persona de confianza, nos ayudará a que entiendan mejor nuestras reacciones y por tanto la tensión emocional se verá reducida.
4. Concedernos el tiempo necesario:
No se pueden superar temores de un día para otro. Los conflictos emocionales pueden tardar algunos días, semanas e incluso meses en ir cicatrizando. Forzarse a relacionarse con los demás de un modo íntimo no es una buena idea si aún estamos devastados emocionalmente.
Darnos el tiempo necesario para enfocar correctamente nuestra vida, sin agobiarnos por algo que el tiempo, poco a poco, irá solucionando. Pero una vez se haya producido la recuperación significativa que se produce en las primeras semanas, hay que salir de la zona de confort y admitir que superar esos temores irracionales exigirá de nosotros algo más que buenas intenciones: hace falta acción.
5. Acudir a un profesional:
La terapia cognitivo-conductual y la desensibilización afectiva han demostrado ser muy eficaces en la superación de trastornos fóbicos. Sin embargo, en el caso de la Filofobia la intervención psicoterapéutica es más compleja, porque no es tan fácil exponerse de manera controlada a la posibilidad de enamorarse; a fin de cuentas, lo que produce miedo no es un animal o un objeto fáciles de identificar y de vigilar. Eso significa que el trabajo realizado fuera de la consulta de psicología y pactada con el terapeuta cobra especial importancia.
Psic. Alicia D de P
Dra. Descanso ®
Que sueñes con los angelitos ®
FUENTE:
http://www.lleidaparticipa.cat/public/201/docs/bb78e9d7122d05164ba0f33f16e6bf92.pdf
Dalgleish, T., Dunn, B., Mobbs, D. (2009). Affective neuroscience: Past, present and future [Electronic Version]. Emotion Review, 1(4), pp. 355 – 368.
https://psicologiaymente.com/pareja/filofobia-miedo-enamorarse